CUENTO POLICIAL

Un Crimen Sin Palabras.


          Era de noche y Eddie estaba volviendo a casa con sus amigos de la secundaria, había tenido un buen tiempo en el campamento de Córdoba, estaba emocionado por volver a su casa en Bosques, Buenos Aires, para contarle a su hermano y a su mamá todo lo que había hecho y lo mucho que se había divertido.

           Pensó que a su familia le agradaría  saber lo bien que la pasó. Sobre todo a su madre, que no había tenido una vida muy agradable. Por ahí la felicidad de su hijo le alegraba el día.

          Melissa, la mama de los niños, se había casado con el hombre de sus sueños, Eduardo o Eddie, como le decían sus amigos y familiares más cercanos- con quien iba a tener a su primer hijo. Lamentablemente, el día  en que su esposa iba a dar a luz tuvo un accidente automovilístico de camino al hospital y falleció, por eso, llamó a su hijo Eddie, en honor a su esposo muerto. Unos años después, cuando Eddie tenía 8 años, su madre se puso de novio con Frank, un hombre alcohólico y desgraciado que la maltrataba y la violaba, y con quien tuvo otro hijo, Henry, que nació mudo. Al saber la noticia, Frank huyó y nunca se supo nada más de él.

          Ahora Henry tenía 7 años, era incontrolable y desordenado, pero a la vez sus ojos reflejaban inocencia. Se pasaba todo el día corriendo y tirando cosas al suelo y su madre no podía hacer nada al respecto. Por suerte para ella, Eddie siempre la ayudaba a entretenerlo mientras limpiaba. Pero las semanas en las que él no estuvo, Melissa dejaba al niño con la vecina Rosa.


 

Era las doce del mediodía, el micro escolar estaba pasando por la calle Pasto, que hace todo un recorrido por todo el bosque, hasta llegar al barrio. Faltando dos kilómetros para llegar, Eddie vio por la ventanilla a muchos policías, además también estaba Louis, el mejor detective de la zona y junto a él, estaba su madre llorando desconsoladamente. Entonces inmediatamente le pidió al chofer que lo dejara bajar, cuando salió del micro, su madre fue corriendo a abrazarlo. A todo esto, Eddie le dijo:

-Madre, ¿Qué está pasando?- dijo Eddie con mucha preocupación.

 Su madre no le pudo responder por la angustia que tenía, pero el detective, le respondió:

-Niño, tu hermano esta…- dijo el detective, que no dudo en abrazarlo para consolarlo.

 Luego, Louis se ofreció a llevarlos en su auto a madre  Melissa  y a su hijo adolescente a la casa de ellos. La casa tenía dos pisos, un patio gigante y era  muy antigua, prácticamente era hermosa. Al llegar, Eddie se fue a llorar a su habitación, estaba junto la habitación de Henry, y Melissa y el detective se sentaron en sillón, y el detective le explicó lo que le pasó a Henry:


     
-Melissa, tu hijo fue asesinado, él tenía marcas de golpes, así que, necesito saber los lugares que visitaba- dijo Louis.
-Cuando yo no lo podía cuidar, lo dejaba con la vecina de enfrente, Rosa, pero ella es muy amorosa y buena persona, tenlo en cuenta-dijo Melissa.

 Al día siguiente, por la mañana, el detective fue a la escuela donde iba Henry. Al llegar, las porteras le abrieron las puertas enrejadas, y fue directo a dirección, allí lo esperaba  la directora, en ese momento él pensaba nada más en encontrar alguna guía para resolver el misterio. Cada uno se sentó en una silla, como él no quería  tardar mucho tiempo,  le hiso preguntas rápidas y sencillas:
 
-Señora directora, ¿usted sabe si a Henry lo molestaban o le pegaban algunos chicos del secundario?- preguntó Louis.
-Que yo sepa, nada mas se que lo molestaban-respondió ella.                                                -¿Venia molesto a la escuela?- preguntó.


-A veces, igual siempre le preguntabamos, y nunca dij el “¿Por qué?”- dijo ella.

-Bueno, señora directora tengo que irme-dijo él y luego abrió la puerta para irse.
-Bueno, adiós- saludo.
-Chau- también saludo y se fue por la puerta de la dirección.
Él sabía que podría haber sido una opción que le hayan pegado hasta matarlo, pero no creía en semejante salvajismo de un adolescente.
más tarde, fue a la morgue para inspeccionar mejor el cuerpo del chico, a ver si encontraba alguna pista para destrabar un poco el misterio del asesinato. Inspeccionando el cuerpo, encontró  un pedazo de tela blanca, al parecer era de un buzo. Él ya sabía quién había matado a Henry tenía un buzo puesto.
 Era la tarde, Eddie tenía que ir al secundario. Cuando llegó, todos sus amigos lo abrazaron. El quería ayudar a Louis, entonces fue al aula en donde estaba Henry y en el banco donde se sentaba encontró un papel. En aquel papel se exaltaba un dibujo en el que aparecía una mujer o señora golpeándolo, al fin al cabo no era tan mudo.
 Era las cuatro y veinte, y Eddie tenía una pista bastante importante, el dibujo, entonces decidido ir a la oficina de Louis, estaba a dos cuadras. Al llegar, toco el timbre, y le abrió la puerta Louis. Eddie se sentó, y Louis le sirvió un café, el joven abrió su mochila y le mostró el dibujo:
-Eddie, ¿de dónde lo sacaste?- preguntó sorprendido.
-Lo saque de su banco, Louis-respondió el joven.


-Yo encontré en el cuerpo de tu hermano un pedazo de tela, provenía de un buzo- dijo el detective.
-¿De quién podría ser?-se preguntó el detective.
-Mi madre, lo dejaba con la vecina-dijo el joven.
-cierto, tu madre me dijo-dijo el detective.

 Eran las seis y media de la tarde, Eddie tuvo que irse rápido a su casa con su madre, pero el trabajo del detective tenía que seguir su investigación. Siete en punto, Louis fue a la casa de la señora Rosa a ver si era la culpable o un testigo, y sino quien más podría ser que ella. Al llegar a la casa, el nada más pensaba que ella podría ser una testigo o la asesina de eso estaba seguro. El subió el escalón que tenía la casa, toco el timbre y le abrió la señora Rosa. La casa tenía una particularidad, era chiquita como el corazón de un asesino. Louis entró, caminó por el piso de madera doblo a la derecha donde estaba la cocina y se sentó en la silla, Rosa le sirvió un café y mientras ella cocinaba, charlaban, el no vio nada sospechoso. Luego, Rosa fue a su habitación a ordenar la ropa, minutos después, Louis fue a ver qué estaba haciendo, y cuando llego a su habitación, vio como si escondiera algo en su sonrisa, entonces le dijo:

-¿Escondes algo?- pregunto Louis.
-No….-respondió Rosa de manera sospechosa.   
-Déjame ver que tienes en tu ropero-dijo el detective, pero igualmente no encontró nada.
-Me dejas ir a tu patio, necesito tranquilizarme-dijo el.
-Bueno, ve a tomar aire fresco-dijo ella.

 Eran las ocho en punto de la noche y Louis estaba en el patio de Rosa. Mirando el cielo, pensando quien podría ser el asesino, y cuando vio la pileta chiquita, había un buzo blanco manchado con sangre y inmediatamente llamó a Rosa:

-Rosa!, ¿Qué es esto?-pregunto Louis que ya sabía que era ella.
-ay por dios!, lo juro eso no es mío-dijo Rosa que parecía presionada.
-Al chico lo amaba, eso no es mío-dijo Rosa llorando.
-Fíjate el talle del buzo, no me pertenece-dijo Rosa un poco más tranquila.
-Entonces te lo habrá puesto alíen, pero ¿Quién?-dijo el detective pensante.

 En casa de madre Melissa, Eddie estaba en la habitación de su madre que quedaba al lado de su habitación. Él estaba viendo las fotos de su hermano, luego de verlas cuando se estaba por ir de la habitación, vio que el ropero se abrió, entonces  fue a cerrarlo, y cuando fue cerrar la puerta del ropero, vio que adentro había un bate con sangre, e inmediatamente llamó al detective que en ese momento estaba en la casa de la vecina Rosa:

-Señor, encontré algo muy importante, venga-dijo el joven.
-Está bien ya voy, yo también encontré algo en la casa de la señora Rosa, pero ella no es la culpable-dijo Louis.
-Chau, nos vemos-dijo Eddie
-Ok, nos vemos-dijo el detective.

Louis salió de la casa de la señora Rosa, cruzó la calle, camino hacia la puerta y le abrió la puerta Eddie. Cuando entraron en la casa Eddie le mostró el bate con sangre y Louis abrió su mochila donde tenía el buzo manchado con sangre y se lo mostró:

-¿Reconoces este buzo?- dijo Louis.
-Si!, es de mi madre-dijo Eddie.
-Ósea que tu madre es…-dijo el detective asombrado de que la asesina era su madre.
-Espera un minuto, ósea que el buzo lo escondió en la casa de la señora Rosa-dijo Louis.
-un segundo señor, madre! madre! madre!-la llamaba para que le dé una explicación.
-Melissa! Melissa! Melissa!-el detective también lo llamaba  para que dé una explicación. 
Llamaron incansablemente a Melissa un montón de veces pero nunca vino, entonces vieron si estaba en la habitación de arriba y no estaba, vieron en el baño de arriba y la pobre se había suicidado en la bañadera, sin ningún tipo de explicación.  Al parecer a Henry le veía un parentesco a su padre, Frank, además Henry fue producto de una violación y por ello, cayó en una profunda depresión, que quiso matar a su hijo y a ella misma.
     









Comentarios

  1. Hay un intento de mejorar la trama, pero todavía se observan muchos errores de escritura y sobre todo no se observa la corrección de la mayoría de las sugerencias realizadas al borrador: No corrige los tiempos verbales marcados como errores. Por ejemplo: "...estaba emocionado por volver a su casa en Bosques, Buenos Aires, para contarle a su hermano y a su mamá todo lo que hizo (debe ir "había hecho") allá y lo mucho que se divirtió (había divertido). Recordar que el pretérito pluscuamperfecto se usa para acciones anteriores al pasado.
    Además, hay errores de puntuación y acentuación.

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